8/3/08

Noticia publicada en EL MUNDO sobre Nesma

El periodista Maurilio de Miguel, del diario EL MUNDO, escribió este artículo sobre Nesma y Paloma, (10/09/2007) que reproducimos a continuación:
«Tres aventuras hemos vivido en Egipto: las de ser mujeres, bailarinas y extranjeras. ¿Por qué? Porque nos motiva y apasiona el arte. La danza nos atrapó hasta obsesionarnos del todo. Date cuenta de que su vertiente árabe te convierte en una princesa sobre el escenario».
Tan rotundas frases las pronuncia Paloma G. Cabanes y justifican la decisión que tomó con su hermana Julia Salmerón, a principios de los años 90. La una se hizo llamar Aida, la otra Nesma y se plantaron en El Cairo donde fundaron su propia escuela de danza Al Andalus.
Más tarde, en el 2003, Nesma fundaría su sello discográfico homónimo, Nesma Music, a punto de lanzar ahora un cuarto álbum de danza árabe, titulado La danza de los siete velos y otras danzas con velo, bajo la producción de Paloma G. Cabanes. Un compacto que llega después de editar en medio mundo Memories of Cairo, Del Nilo al Guadalquivir, Toola y DVD como Rhythms of oriental dances y Homage to Mahmoud Reda, dedicado éste al coreógrafo más importante de Egipto.
«Paloma y yo habíamos actuado, como bailarinas invitadas, durante las sesiones de 'squechts' organizadas por mis hermanos, en 1991. Nadie sabía de danza árabe por aquella época en España, porque no estaba de moda. Nadie, excepto un profesor al que conocimos también de manera fortuita. Apenas dos años tardamos en profesionalizarnos como bailarinas», refresca la memoria Nesma. Entonces fue cuando comenzó la aventura.
¿Cómo aprender danza árabe en España? ¿Cómo perfeccionarla sin viajar a su cuna original? ¿Cómo bailar igual o mejor que una egipcia sin que en Egipto parezca un atrevimiento? «Los egipcios son muy celosos de su danza y su música. Por tanto, en principio piensan que una extranjera nunca bailará como una egipcia», razona Paloma Cabanes. «Con nosotras, sin embargo, sus coreógrafos acabaron reconociendo que se puede bailar mejor y mas elegante. Somos mediterráneas y, flamenco aparte, poseemos un sustrato cultural en común con el suyo». «Hay chicas que interpretan la danza árabe espiritualmente, pero también admite temperaturas de interpretación cada vez más sensuales», explica Paloma.
Un espectáculo reciente en la mismísima Biblioteca de Alejandría puso a prueba la pericia de las 20 bailarinas que constan en la nómina de Al Andalus, danzantes egipcios aparte. Y ahora le toca a la compañía abrir mercado en España, con espectáculos como el que ya ofrecieron por teatros de la Gran Vía capitalina en varias ediciones pasadas del festival Racks Madrid.

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